Cada 3 de Mayo se celebran las Fiestas de la Fundación de La Paz. Un día como ese en el año 1535 Hernán Cortés arribó a un paraíso de playas hermosas repletas de perlas y hombres y mujeres nativos al cual nombró Puerto y Valle de La Santa Cruz;  después de navegar por el golfo al que bautizó mar de Cortéz en búsqueda de una leyenda europea la  “california”.  A pesar de no ser el primer Europeo en pisar tierras sudcalifornianas Hernán Cortés es considerado su descubridor y la fundación de La Paz actual capital de Baja California Sur, se celebra el día de su llegada.

Al ver las lindas montañas que rodean la ciudad de La Paz, esas que colorean en tonos rojizos en épocas secas y rápidamente reverdecen al caer algo de lluvia, montañas que contrastan con este mar lleno de vida, cristalino y azulado; es inevitable que lleguen a nuestra mente preguntas: ¿cómo serían estas tierras hace muchos años? ¿Cómo eran sus primeros habitantes? ¿Qué encontraron estos europeos a su llegada?

La Paz cuenta con tierras muy áridas con pocas precipitaciones al año e índices muy altos de evaporación; resultan en un desierto cálido con muchos inconvenientes en cuanto a el uso de los recursos hídricos, los suelos y la vegetación; por esto  los primeros pobladores  eran básicamente nómadas, recolectores, cazadores y pescadores que vivían y se refugiaban en los bordes de las cañadas que les brindaban abrigo y protección. Si eres un explorador detallista verás  hoy en día una vasta evidencia de esto con pinturas rupestres a lo largo de la península de Baja California, incluyendo la Isla Espíritu Santo y quizás el más impresionante ejemplo que se encuentran en la sierra de San Francisco a cerca de 10 horas de La Paz. Vale la pena presenciar una historia viviente contada por los sudcalifornianos prehistóricos. 

Pinturas rupestres en la Sierra de San Francisco, Baja California Sur

Los primeros indígenas de la región fueron nombrados por el jesuita Segismundo Taraval en tres naciones la Guaycura, la Pericú y la Cochimí; estos primeros pobladores fueron cambiando sus formas de vivir, debido a los profundos conocimientos de la diversidad y los recursos, así como la fragilidad de los ecosistemas se volvieron seminómadas, el proceso de colonización de la península fue muy lento debido al reto que suponía el ambiente agreste de aridez y aislamientos;  sin embargo los primeros colonizadores lograron asentarse en los oasis por la disponibilidad de agua y no fue sino hasta 1697, diecisiete décadas después de que llegara Hernán Cortés que se establecieron los primeras misiones por parte de los jesuitas, la primera de ellas nuestra señora de Loreto y después de ésta le siguieron 18 misiones más, sus  principales metas eran la occidentalización de los indígenas.  

Misión de San Javier en el municipio de Loreto

El establecimiento de estas misiones produjo la necesidad de cultivar alimentos in situ requiriendo la disponibilidad de agua constante y modificando el ecosistema no solo ambientalmente si no socialmente.  Para el tipo de labores que la agricultura requería los jesuitas seleccionaron rancheros con experiencia en agriculturas áridas del sur ibérico. En el siglo XVIII los trajeron a este nuevo mundo.  Pobres y desarraigados estos rancheros encontraron la posibilidad de asentarse en tierras que nadie reclamaría en la antigua Baja California. Estas familias rancheras incorporaron indígenas a sus vidas haciéndolos peones o por medio del matrimonio, así fue como comenzó el florecimiento de la población ranchera mientras se extinguía la población indígena.

En Baja California Sur las mujeres y hombres de rancho han determinado la identidad de este lugar, por eso su cultura es de suma importancia hasta el punto de que hoy representa el componente más ancestral de la identidad cultural de esta región. Las estrategias de aprovechamiento de los rancheros con una mentalidad colectiva y respeto vital por el ambiente subsisten con pocas alteraciones en unos cuantos oasis sudcalifornianos. 

En el periodo contemporáneo se vivieron importantes sucesos como concesiones a compañías  extranjeras y se establecen las empresas mineras en la región como la que se encuentra en El Triunfo, también se inicia la carretera transpeninsular, se cultivaron zonas como Los Planes, el valle de Santo Domingo y el Valle del Vizcaíno, se establecieron rutas marítimas de la península al resto del país, se implementaron servicios públicos de agua potable y electricidad y se dividió el territorio en tres municipios La Paz, Comondú y Mulegé inicialmente y posteriormente se crea el municipio de Los Cabos y Loreto.

El Triunfo

Esta es una pincelada de la historia de esta bella región, quizás preguntarse y pensar en cómo fue y como eran las cosas resulte deleitoso a la hora de viajar, de visitar y admirar nuestro desierto, los oasis, las montañas y cañadas; conociendo a los rancheros y su cultura, visitando las sierras y sus pinturas podemos llegar a sentir hoy aquellas memorias del ayer.